BOHEMIOS, Zarzuela en un acto de Amadeo Vives

BOHEMIOS

 Zarzuela en un acto

Libreto de: Guillermo Perrín Vico (1857-1923)Miguel de Palacios Brugada (1863-1920)

Música de: Amadeo Vives

Se estrenó  en el Teatro de La Zarzuela el 24 de Marzo de 1904.

 Argumento:

 Nos encontramos en el interior de una buhardilla, en pleno corazón del París bohemio.

Al piano, con un cuaderno y un lapicero, encontramos a Roberto. Está tratando de componer la música de una Ópera, escrita por su amigo Víctor, bohemio y pobre como él. Cada vez que encuentra una inspirada idea y trata de interpretarla al piano, la voz de una vecina, Cossette, cantando en el interior de su vivienda, hace que su musa se retire. Roberto maldice entre dientes contra la tal vecinita.

La llegada de Víctor, le permite desahogarse de las malas ideas que, en su interior hierven, contra la vecinita. Cuando se ha calmado, su conversación versa sobre el hambre que actualmente padecen y la gloria que les espera cuando logren estrenar la ópera que les quita el sueño.

A la puerta de la vivienda, llama Marcel, padre de Cossette, le pide prestado a Roberto el abrigo que éste tiene, ya que ha de acompañar a su hija a una prueba que va a realizar en el Salón de la Ópera Cómica y ha de ir bien presentado. El buen hombre está de lo más ilusionado ya que si la muchacha pasa satisfactoriamente la prueba, la espera un  futuro lleno de trabajo y de triunfos.

Marcel se marcha con el abrigo y los dos jóvenes se van a la calle, en busca de un restaurante donde no les conozcan y puedan comer a crédito. Cuando el piso queda vacío, entra Cossette y toma la partitura que ha compuesto Roberto, su intención es interpretarla en la prueba que tiene esa noche. Si logra triunfar, cosa que no duda, hará que también triunfe el compositor de tan inspirada obra.

En estas acciones e intenciones, es ayudada por la portera de la finca, Pelagia, que en más de una ocasión ha permitido su paso a la vivienda del muchacho.

Antes de que ambas salgan del cuarto, son sorprendidas por la llegada de Girard, mecenas y ayuda de toda persona que se cruza en su camino. Cossette le explica sus intenciones y solicita su protección, tanto para ella como para el autor de la partitura, Roberto. El tío Girard acepta encantado y le dejan, sobre el piano, una invitación para el concierto de la noche.

Cuando se han marchado, entran en escena Juana y Cecilia, llegan con la intención de invitar al compositor a cenar, en casa de Mimí, amiga común de ellos. Ya van a marcharse, cuando llega el joven, las invita a entrar en la vivienda y, mientras agradece su invitación para la cena, descubre un sobre encima del piano, lo abre y lee su contenido, decide que asistirá al concierto.

Tenemos a continuación un cuadro que nos muestra en todo su sabor idílico, la cruda realidad de la vida bohemia parisina. Víctor sale de un restaurante sin haber podido cenar, pasan Cecilia y Juana y el escritor las invita para un baile que se celebrará esa noche. Las muchachas aceptan, pero posteriormente, deciden aceptar la invitación de Girard, para el Teatro de le Ópera, ya que les parece más atractiva.

Estas acciones aderezadas con el paso y cánticos de los grupos de alegres jóvenes, que marchan a las fiestas en las que han sido invitados.

Cossette se encuentra con Roberto, quien se dirige hacia Juana y Cecilia, sintiendo celos, le llama. Cuando el joven descubre en ella a la persona que le interrumpe en sus composiciones, se olvida de todo y queda encandilado por la belleza de la joven, siente que su corazón palpita aceleradamente, la acosa a preguntas, a tal punto que la muchacha se siente cohibida y se despide hasta la noche.

En el siguiente cuadro, nos encontramos en el salón de Teatro, donde se realizarán las pruebas de los debutantes, Marcel pasea nervioso y Girard trata de calmarlo diciéndole que él protege a su hija. Por otro lado cuando se encuentra con Roberto, el buen tío, le aconseja que busque un libretista con fama para musicar sus obras. En su encuentro con Víctor, le sugiere que trabaje con algún compositor que ya goce de renombre.

El bien hacer, pero engañoso, comportamiento del mecenas Girard, está a punto de quedar al descubierto, cuando los protagonistas de esta Zarzuela son presentados por el bienhechor, ambos se saludan como los amigos que son.

Cuando Cossette canta el fragmento de la Ópera compuesta por Roberto, parece que el teatro se hundirá por los aplausos del público. El éxito para los jóvenes está asegurado. Tienen toda la vida por delante para gozar de su felicidad y de nuevos triunfos.