El Consorcio Terra refuerza su compromiso con la educación ambiental apoyando el proyecto Canastell «Zero Waste» en San Vicente del Raspeig

La iniciativa, impulsada por el CIPFP Canastell, de San Vicente del Raspeig, integra economía circular, tecnología e inclusión a través del residuo cero

El Consorcio Terra acompaña al centro aportando su equipo de educación ambiental, implantación y seguimiento del compostaje y apoyo técnico especializado

El Consorcio Terra, entidad responsable de la gestión integral de residuos urbanos y asimilables en las comarcas del Comtat, y parte de l’Alacantí y l’Alcoià, ha colaborado activamente en la puesta en marcha del proyecto Canastell «zero waste» tecnología y sostenibilidad inclusiva aportando conocimiento técnico, recursos y acompañamiento educativo para reforzar un modelo de centro alineado con los principios de la economía circular.

El Consorcio Terra colabora de forma directa con el Centro Integrado Público de Formación Profesional (CIPFP) Canastell de San Vicente del Raspeig, mediante la aportación de una educadora ambiental, el suministro e instalación de una compostera y el asesoramiento técnico continuado en materia de gestión de residuos y compostaje escolar.

Esta colaboración ha permitido acompañar al centro en la puesta en marcha y seguimiento del sistema de compostaje, así como en la formación del alumnado y del profesorado, reforzando el aprendizaje práctico y el conocimiento aplicado.

Además, el Consorcio ha participado activamente en jornadas, charlas y actividades de sensibilización vinculadas al proyecto, abordando aspectos como el desperdicio alimentario, la fracción orgánica y el impacto de una correcta separación de residuos, siempre desde un enfoque educativo y participativo.

El proyecto Canastell «Zero Waste» es una iniciativa educativa desarrollada por el CIPFP Canastell, que convierte la sostenibilidad en el eje organizativo y funcional del centro. A través de un enfoque transversal e interdisciplinar, el proyecto integra a diferentes familias profesionales en torno a retos reales relacionados con la gestión de residuos, el aprovechamiento de recursos y la economía circular, teniendo como elemento central un huerto escolar inteligente.

Uno de los pilares fundamentales del proyecto es la inclusión, situando al alumnado de los Programas de Cualificación Básica Adaptada (PCBA) como motor del cambio. Su participación activa en la gestión de los huertos inclusivos refuerza un modelo educativo en el que la diversidad funcional se convierte en un elemento clave para la innovación pedagógica y la sostenibilidad.