En este último pleno ordinario, se votaba la propuesta del Grupo Municipal VOX de instar al gobierno de Pedro Sánchez a derogar el artículo de la Ley estatal que impone el llamado tasazo de la basura.
Como por desgracia hemos comprobado los ciudadanos, la imposición de la nueva tasa de basuras que aparece recogida en el artículo 11.3 de la Ley 7/2022 ha conllevado un aumento generalizado en todos los ayuntamientos del importe de la citada tasa. Una ley injusta que ya en su día contó con la oposición de VOX en el Congreso de los Diputados y que vulnera la autonomía local ya que, hasta su entrada en vigor, la tasa de basuras era voluntaria, tanto en su aplicación como en su cuantificación.
Ahora, gracias al gobierno central tenemos una nueva tasa obligatoria y más cara. Así lo recalcó la propia concejal de Hacienda, Isabel Domínguez, cuando manifestó que “nuestra voluntad nunca ha sido la de aumentar la tasa, pero tenemos que cumplir con las Leyes y más con las posibles sanciones que en caso contrario se pudieran repercutir al municipio”
Ante esto, VOX ha tomado la iniciativa para que, de forma oficial, desde el Ayuntamiento de San Vicente de Raspeig, se vaya a la raíz del problema y se pida al gobierno central que inicie los trámites necesarios para la reforma de la ley y ponga fin a una tasa que nunca debió haber existido.
Pese a que desde VOX no albergamos muchas esperanzas de que un gobierno como el de Pedro Sánchez atienda esta justa reivindicación, ya que está más ocupado en tapar los innumerables escándalos que todos los días pueblan las portadas de los medios de comunicación que en gestionar y velar por los intereses de los españoles, es nuestro deber el intentar poner fin al despropósito de esa ley.
El objeto de la moción de VOX era muy concreto con la intención de aunar los votos favorables de toda la corporación: derogar un apartado específico de un artículo de la ley estatal. Por ello, la petición no se extiende a la derogación de la totalidad de la ley 7/2022, sino a un simple párrafo. Sin embargo, ninguno de los partidos de izquierda ha apoyado esta petición, tan sencilla como justa, demostrando que, a la hora de la verdad, se posicionan a favor de la existencia de la tasa.
De este modo, queda patente que el pretendido rechazo al tasazo que escenifica la izquierda sanvicentera es solo una interpretación cara a la galería, pero cuando realmente tienen oportunidad de acabar de raíz con el llamado tasazo, dejan de importarles la subida de impuestos y los intereses de los vecinos y se pliegan obedientemente a las indicaciones de sus partidos en Madrid.