EL TAMBOR DE GRANADEROS, Zarzuela de Ruperto Chapí.

EL TAMBOR DE GRANADEROS

Zarzuela en un acto

Libreto de: Emilio Sánchez Pastor (1853-1935)

Música de: Ruperto Chapí y Lorente

Se estrenó en el Teatro Eslava de Madrid, el 16 de Noviembre de 1894.

Nota al reparto en el estreno.- El papel de Gaspar lo interpreta una tiple (este travestismo teatral era muy frecuente en la época).

La acción de la primera parte de la Zarzuela, está situada en Madrid en los últimos días del reinado de José Bonaparte, el resto de la obra se desarrolla en Alcalá de Henares.

Argumento:

Comienza esta obra lírica con un coro de mendigos, están esperando, en fila, ante el Convento de la Merced. Mientras esperan a que los frailes les sirvan un plato de comida, comentan los diversos lugares en los que les gustaría y podrían estar.

Cuando los pobres se marchan, después de tomar su sopa, llega Quintana, propietario de la cercana botillería, quien confirma al hermano Roque que el Consejero está decidido a ingresar a su sobrina Luz en un convento y así evitar sus amores con Gaspar.

Este Consejero de nombre don Pedro, es un viejo casi ciego y casi sordo, que ha conseguido ingresar al joven Gaspar como tambor en el Cuerpo de Granaderos del ejército francés y aparte de esto, ha confiscado sus bienes. Todo ello motivado porque el padre de Gaspar, siendo conde, no ha prestado juramento de fidelidad al nuevo rey, José Bonaparte (por abdicación de Carlos IV) y se ha unido a las tropas españolas rebeldes.

La anterior conversación mantenida entre Quintana y el lego Roque, es interrumpida por la llegada del Coronel, que advierte a Roque para que su Orden cese en la labor que está llevando a cabo para ayudar a los soldados españoles, fieles a su patria, a desertar del ejército francés. Aprovecha para también comunicarles que no es cierto el triunfo del General Castaños en Bailén.

Estando en la plaza, don Pedro con su sobrina Luz, sale Gaspar del cuartel, luciendo su uniforme de Tambor de Granaderos. Ambos jóvenes se alegran al verse, sin palabras pero con los ojos y expresiones corporales, se trasmiten todos sus sentimientos de amor, mientras don Pedro se burla de esos sentimientos.

A ambos jóvenes les importa poco la opinión del tío y se confiesan el gran amor que mutuamente sienten, todo son promesas de mantenerse firmes en su espera, Luz asegura que nunca profesará en la orden del Convento de Alcalá a donde su tío pretende ingresarla.

Gaspar pide a Quintana que le preste un traje para, en ese mismo momento, desertar, Quintana trata de calmarle, llega el lego Roque que le pide tenga paciencia por unos días, Gaspar en lugar de tener paciencia, le pide un hábito para escapar a Andalucía, disfrazado de monje.

En estos tratos, entra en escena el Coronel, quien manda a Gaspar que entre en el cuartel inmediatamente, porta el Coronel un bando que tiene que entregar al Consejero, para que las autoridades lo publiquen. El bando sanciona con pena de muerte a los desertores, a sus familiares y a quienes les ayuden.

Al toque de corneta, llamando a formar a las tropas, los granaderos se reúnen en el patio de armas. El Coronel ordena a los que van a jurar bandera y por tanto fidelidad a José Bonaparte, que den dos pasos al frente.

Cuando le llega el turno a Gaspar para el juramento, se niega, ordenando el Coronel que le detengan y juzguen en un consejo de guerra.

Los monjes, con el pretexto de preparar al reo a bien morir, entran en la prisión, al salir, va con ellos Gaspar, disfrazado con un hábito, representando que es el hermano Benito. Con este disfraz y acompañado del hermano Lego, se presentan en Alcalá, en casa de don Pedro, el Consejero. Son recibidos por Bibiana, quien creyendo que son los monjes que inducirán a Luz a tomar los hábitos, les dice que el Consejero está cazando y no tardará en volver, les indica las habitaciones que pueden ocupar y se retira.

Cuando llega don Pedro, Bibiana le comunica la llegada del “padre Benito” y del hermano Lego, quien sale a su encuentro para decirle que el “Padre” está descansando y le canta unos “cuentos” sobre los milagros que ha realizado.

Son de tal magnitud los “milagros” enumerados que, Bibiana le pide interceda para que don Pedro la pida en matrimonio, el lego Roque la dice que resolverá esta situación.

Entra don Pedro, acompañado por Luz, para ponerla en manos del “padre Benito”. Gaspar se da a conocer a la joven, quien casi cae desmayada por la sorpresa.

El “padre” asegura que Luz está endemoniada y prepara una pantomima de exorcismo que le permita hablar libremente con su enamorada.

Cuando quedan solos, Gaspar y don Pedro, éste le pide ser confesado y en la confesión reconoce que ha dilapidado parte de la fortuna que su hermano legó a su hija Luz, pero que como ésta va a ingresar en el convento, este dinero pasará a él, con lo cual no habrá reproches y reclamaciones. Gaspar monta en cólera con el bribón tío.

Llega el Coronel con sus soldados, anunciando la huida de Gaspar disfrazado de monje, ordena registrar la casa y amenazando con fusilar a todo el mundo.

Aparece Gaspar en la escalera, anunciando que no se entregará, cuando el Coronel está dispuesto a ordenar que disparen contra él, es interrumpido por la llegada de Quintana, que anuncia la huida de Bonaparte, la proclamación de Fernando VII como rey de España y el nombramiento del conde de la Azuela, padre de Gaspar, como Corregidor de Madrid.

El Coronel, hombre chaquetero, corre a abrazar a Gaspar, jurando ser su mejor amigo, a su vez, pretende detener y fusilar a don Pedro, por afrancesado.

Gaspar intercede por el tío de su novia y el hermano Lego, dicta la sentencia de que deberá casarse con Bibiana.