Esquerra Unida-Podem rechaza el contrato de limpieza por el escaso aumento de personal pese a costar 85 millones

PP y VOX aprueban un contrato de 85 millones de euros prácticamente con la misma plantilla que tiene ahora, cuando con la subida anual de 2,5 millones se podrían contratar al menos 20 operarios más.

El Grupo Municipal de Esquerra Unida-Podem, a través de su concejal Alberto Beviá, manifestó en el pleno de ayer su rechazo a la propuesta de adjudicación del contrato de limpieza viaria y recogida de basura, un contrato valorado en 85 millones de euros y con una duración de 10 años.

Beviá comparó la propuesta con “un tráiler de película tan revelador que sin ver la película ya nos imaginamos el final”, adelantando que su grupo votaría en contra “para no ser cómplices de algo que tiene todos los ingredientes para fracasar”.

Durante su intervención, Beviá expuso las razones que llevaron al grupo municipal Esquerra Unida-Podem a emitir su voto en contra, sustentados en cuatro motivos:

1. El gran engaño: el personal. Es sencillamente asombroso que un contrato que aumenta en casi 2,5 millones de euros al año, apenas repercute en el incremento de la plantilla. A Esquerra Unida-Podem le parece ridículo que con semejante subida, el aumento previsto sea únicamente de 4 a 6 personas. Hablamos de un contrato que, además, tendrá una duración de 10 años y un coste de 85 millones de euros. Este aumento irrisorio de la plantilla no va a cubrir las necesidades de una ciudad que crece entre 800 y 1.000 habitantes al año. La realidad es que se podría contratar al menos 20 operarios más con ese incremento presupuestario, pero PP y VOX han preferido que la empresa multipliquen beneficios en lugar de exigirles que refuercen la plantilla para dar un mejor servicio a la ciudadanía y fomentar el empleo local.

2. Ausencia de un plan de control y evaluación municipal. No existe un plan claro sobre cómo se supervisará el cumplimiento del contrato. Un servicio que cuesta 85 millones de euros debe estar controlado desde el primer día por personal funcionario del Ayuntamiento. No vale externalizar el control, se necesitan técnicos en la calle supervisando. Además, no incorpora mecanismos de participación ciudadana para que las vecinas y vecinos puedan evaluar directamente la calidad del servicio.

3. Reducción de maquinaria clave. El nuevo contrato contempla pasar de 11 barredoras actuales a 6, lo que supone una disminución preocupante. Pese a la subida del coste del contrato, se pierden recursos esenciales para mantener limpio el municipio.

4. Falta de un estudio técnico-económico. El expediente no incluye un análisis que permita conocer el impacto real del nuevo contrato sobre el recibo de la basura. Lo que supone que no se sabe si el recibo se mantendrá igual o sufrirá una variación, ya sea a la alta o a la baja.

Esquerra Unida-Podem está convencido que PP y Vox podrán maquillar la puesta en marcha de este servicio, pero con el paso del tiempo será imposible mantener las calles limpias con un número tan insuficiente de trabajadores.