Gestionar un albergue municipal de animales no es una tarea sencilla. La ley exige condiciones higiénico-sanitarias adecuadas, espacios seguros, un equipo profesional formado y un mantenimiento constante de las instalaciones. Por eso, desde Esquerra Unida-Podem siempre hemos defendido una gestión mancomunada, seria y planificada, como la mejor fórmula para garantizar el bienestar animal, y compartir gastos con otros ayuntamientos.
Pero lo que se ha evidenciado en el Pleno celebrado en la tarde de ayer es que el Partido Popular no tiene nada preparado. A nuestras preguntas sobre si existe un estudio de recursos humanos, si se ha calculado el coste de mantenimiento, si hay presupuesto o si se está redactando un reglamento, la concejala de Sanidad no ha ofrecido ninguna respuesta clara. Su única explicación ha sido que aún no se han iniciado conversaciones oficiales con la mancomunidad, que las obras se entregarán a finales de 2026 y que probablemente la gestión será indirecta.
Ante una obra tan importante para el municipio, lamentamos que el Ayuntamiento todavía no haya mantenido conversaciones oficiales con la Mancomunidad de l’Alacantí, integrada por los municipios de Agost, Busot, El Campello, Jijona, Mutxamel, Sant Joan d’Alacant, Sant Vicent del Raspeig y Alicante. Porque una instalación de tal envergadura requiere personal muy específico y un gran esfuerzo de mantenimiento, algo que difícilmente puede afrontarse en solitario por nuestro municipio. La gestión mancomunada no solo aporta eficiencia y calidad al servicio, sino que también supone beneficios para el conjunto del municipio, potenciando los recursos públicos y garantizando que los proyectos se sostengan a largo plazo.
Para unas instalaciones tan necesarias para nuestro municipio, como es el albergue de animales, lo mínimo que se exige al Equipo de Gobierno es seriedad y responsabilidad en la gestión. Es imprescindible contar con una planificación clara para garantizar que la gestión sea adecuada, funcione correctamente y lo más importante, llegue a tiempo. “Con el velódromo llegaron tarde, con el pabellón llegaron tarde y con el albergue de animales van por el mismo camino. Los animales y la ciudadanía no merecen un gobierno que improvisa y se excusa: merecen un Ayuntamiento responsable y comprometido”, concluye Beviá.