La abstención del PSOE en el nuevo contrato de limpieza y recogida de basura: “Más caro, menos maquinaria y sin participación»

Los socialistas reconocen que San Vicente necesita actualizar esta prestación de manera prioritaria, pero muestran sus dudas sobre la renovada licitación que entrará en vigor en 2026

El grupo municipal socialista de Sant Vicent del Raspeig se ha abstenido en la adjudicación del nuevo contrato de Limpieza y Recogida de Residuos Urbanos que se ha llevado a cabo este lunes en el pleno extraordinario celebrado en el Ayuntamiento del municipio. Los socialistas priorizan la importancia y la urgencia en renovar esta prestación en la localidad, ya que la ciudad está “más sucia que nunca” tras la entrada en el gobierno del PP y Vox, a cualquier posicionamiento partidista, puesto que el contrato que ha hecho Pachi Pascual es “más caro, cuenta prácticamente con el mismo personal, tiene previsto menos maquinaria y se ha elaborado sin participación ni consenso con el resto de los partidos de la oposición”.

El portavoz adjunto y concejal del PSOE, Bruno Radermecker, ha afirmado en su intervención plenaria que el grupo socialista es el “primer interesado” en que San Vicente tenga “por fin” un nuevo contrato de limpieza. “Llevamos años sufriendo las carencias del servicio actual y su solución es esta adjudicación del nuevo contrato, el más importante de este Ayuntamiento para la próxima década, que supone una decisión que compromete más de 93 millones de euros del bolsillo de nuestra ciudadanía. Pero nos traen una adjudicación que supone una prestación “un 50% más cara, con el mismo personal que hace 13 años y sin conocer el aumento del tasazo para el próximo año”, explica el edil socialista.

Así, el PSOE ha remarcado que San Vicente del Raspeig pagará el doble por un servicio de limpieza con la mitad de las barredoras que, en 2012, pero “tampoco votaremos en contra, porque somos conscientes de la necesidad de mejorar y renovar el servicio actual”. “Nuestra abstención es una advertencia de que este contrato es una hipoteca muy cara, a muy largo plazo, y con unas condiciones que no garantizan que San Vicente vaya a estar más limpio en los próximos años”, ha añadido.

Los socialistas han mostrado sus dudas durante la sesión plenaria y han preguntado al equipo de gobierno de Pachi Pascual, integrado por PP y Vox, que cómo se explica a los vecinos que van a pagar más del doble en su recibo para tener el mismo personal que hace 13 años y menos máquinas limpiando sus calles. “Este contrato está diseñado para el San Vicente de ayer, no para el de mañana. Está basado en un contrato que ya nació caduco y que se demostró insuficiente, el de 2012, en cuanto al material usado y los recursos humanos, que es el alma del servicio. Tenemos 6.000 vecinos y vecinas más que entonces, y partimos con la misma plantilla y menos barredoras, eso sí, el precio sí ha aumentado”, ha subrayado Radermecker.

SOBRECOSTES Y FISCALIZACIÓN

Igualmente, el edil ha criticado la decisión de la derecha de no reparar la planta de transferencia, una postura que conllevará un sobrecoste de 5 millones de euros en este contrato. “Cinco millones que tiraremos en sobrecostes de transporte, en combustible, en un impacto medioambiental innecesario y en un estrés constante para los trabajadores”, ha agregado el concejal, quien también ha hecho referencia a la descomunal subida de la tasa de basura y la ausencia en dicho contrato de planes para incentivar el reciclaje.

 
También ha mostrado sus dudas sobre quién va a fiscalizar la calidad del servicio, pues la plantilla de inspección de este Ayuntamiento es “manifiestamente insuficiente”, y “no hay ni una sola línea en su planificación para reforzarla”, tal y como desvelan los socialistas. “¿Acaso esperan que la empresa se controle a sí misma?” cuestionaba el concejal.

Por último, ha hecho referencia a la “falta de consenso y participación” durante todo este proceso, a pesar de la mano tendida de los socialistas y de los concejales de la oposición con experiencia: “no se ha contado con la oposición para nada, tampoco con la ciudadanía”. “Espero y deseo que no se cometan los mismos errores del pasado. Nuestra abstención es una medida de prudencia”, ha zanjado Bruno Radermecker.